...

5 views

RECORDANDO
Debí haberte abrazado más cuando aún nos quedaba tiempo,
debí haberte demostrado más que el tiempo ya era nuestro,
pudimos habernos amado más sin llegar a esto,
pero ni siquiera existió alguna despedida a tiempo.

La última mañana que pasé contigo no la olvido,
enredado entre tus brazos disfrutando de aquel limbo,
quien diría que iba a ser el último despertar entre ambos,
ahora despiertas sin mi y yo duermo sin ti y sin tus labios.

Debimos amarnos más y dejar de lado lo malo,
¿pero como ignorar la fisura que vino a quebrarnos?,
sólo era cuestión del jaque y del tiempo para mostrarnos
que si yo no voy no vienes y aunque vuelvas, ya ha acabado.

Nos dañamos demasiado pero que bien se sentía,
el despertar día con día a sabiendas de que aún eras mía,
no notamos los detalles que se iban de nuestras manos
y ahora que no nos tenemos añoramos alagarnos.

Un último despertar es lo que quisieran mis manos,
para recorrer tu cuerpo pero mira, ya no estamos,
nos dejamos escapar el uno al otro sin pensarlo,
y ahora que lo pienso tanto,
¿te gustó estar a mi lado?.

Parezco aquel limosnero que recuerda su fortuna,
o aquel loco en el psiquiatra añorando vuelva cordura,
fue un placer el encontrarnos, el amarnos y dañarnos,
también fue un placer enorme el que me dejases varado amando solo a solas a tu silueta en este pantano.

¿Cuando fue la última vez que un beso tuyo me quemó?
te lo pregunto por qué hace tiempo no sentía ese ardor,
¿me besabas por pasión o por compromiso de dos?
pues día tras día lo notaba como ese fuego cedió.

Hoy quiero un verso que duela, algo que me haga sentir,
esta noche yo y mi insomnio dialogamos sobre ti,
hoy no me quiero dormir, tengo ganas de sufrir,
a manos de tu recuerdo mientras tú piel no está aquí.

Mil escritos hablando de lo mismo, de este dolor,
de esta ausencia equitativa y de la pasión que existió,
dando vueltas al asunto como si fuese un roedor,
extraviado en mi mentira esperando a que salga el sol.

Donde quiera veo la inspiración para escribir más letras,
y que mejor excusa que este “adiós” que toca mi puerta,
me inspirabas tiempo atrás sobre el amor y su conducta,
pero lo dejaste a medias, ya no quisiste ser musa.

Tu mirada me expresaba la verdad de tu mentira,
diciendo que me querías mientras día con día te ibas,
te alejabas poco a poco y tú amigo se hizo el espejo,
mientras pensaba a tu lado,
¿por qué te siento tan lejos?.

Tu siempre decías que nunca te irías y al final partiste,
le quitaste todo el peso a tus palabras, que mal chiste,
me dejaste amando solo en este cuarto con mis miedos,
yo sabia que ocuparías un faro en mi gran cielo negro.

Créeme que si encuentras a alguien más no van a existir celos,
pues los celos siempre matan y me mataron a tiempo,
me alejabas poco a poco con desaires sin saberlo,
si me cambias por otro créeme que no será algo nuevo.

De todo lo que vivimos se quedó en mi alma lo malo,
me recuerda que lo bueno existió y que ambos lo arruinamos,
de vivencias alimentaste mi caminar mundano,
y de experiencias mi obituario dejando un sabor amargo.

Ahora que camino solo solo me acecha el letargo,
recordando aquellas tardes en que tanto nos amamos,
recordando aquellas noches de desvelo entre tus brazos,
recordando aquellos besos que incineraban agravios.

Recordándome en tu mano y recordando aquel pasado
que hoy podría ser un presente de no haberte suscitado,
recordando se me pasa la madrugada volando,
recordando lo que fuimos, aunque nunca más lo seamos.



© •K A O S•