Nuevo amanecer
En una era donde la inocencia se ha desvanecido, nos encontramos jugando con el fuego de la ambición, sumergidos en el lodo de la lucha por el poder. La creencia de ser mensajeros celestiales ha quedado atrás; ahora, solo queda predicar al coro de la realidad.
Como flores que brotan en el desierto, nuestra existencia parece florecer en vano. Nos hemos convertido en ángeles desprovistos de alas, sumidos en la desgracia, transformándonos en recipientes vacíos, carentes de pensamiento propio y de un propósito superior. Al mirarnos en el espejo, nos enfrentamos a la pregunta: ¿A quién debemos señalar?
Con la arrogancia de...
Como flores que brotan en el desierto, nuestra existencia parece florecer en vano. Nos hemos convertido en ángeles desprovistos de alas, sumidos en la desgracia, transformándonos en recipientes vacíos, carentes de pensamiento propio y de un propósito superior. Al mirarnos en el espejo, nos enfrentamos a la pregunta: ¿A quién debemos señalar?
Con la arrogancia de...