Estoy sentado en el comedor, delirios en el tazón,
removiendo y masticando sin sabor, con el temple de un robot.
Saint Seiya en la tele, hace tiempo que no está en emisión,
casi ni presto atención, ya no lo disfruto con la misma ilusión.

Me hace viajar al instituto, siento esa sensación,
de que entonces era fácil ser yo.
¿Y ahora quién soy yo?
Después de un año de un sí y un no,
percibo todo como un sueño febril,
viví cosas que pensé que nunca me pasarían a mí.

Mierda, me equivoqué,
aunque nunca me rendí, sí lo consideré.
No hablo de matarme, sino de, no sé,
abandonarme entre la cama y el parqué,
dejar esta puta mierda y desaparecer, pero, al parecer...

Mis sueños gritan más que mis cargas,
el juego aún me divierte aunque me fallen las cartas.
Mamá, lo siento, ya no quiero ser astronauta,
solo quiero ser feliz, con eso me basta.

Y estamos en ello, con el agua hasta el cuello,
pero aún me quedan ellas y ellos.
Ya no sueño con un jugar con fuego, quiero hacer lo que sé yo,
y si no les gusta, pues qué sé yo..

Quisiera volver al redacción, cuando la descubrí,
volvía de clase pensando mi nueva composición.
Pero el hoy es hoy, y yo no soy McFly,
esto es lo que hay.

Deambulando entre simulacros de ser feliz,
odiando más lo que tengo que lo que perdí,
el daño colateral implícito en vivir.

Y que sí, ya lo sé, siempre hay una razón,
que si el progreso, que si la evolución,
pero ahora no, por favor.
No estoy para estas mierdas, no espero que lo entiendas,
ni que me des solución,
estoy cansado de todo, de esta vida sin compasión.
© Darcko