...

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Ser perra
Nací perra
Para mi mala suerte
Ya que al ser perra
No se puede ser decente.

No puedo salir a la calle
No puedo ir a explorar.
A los perros sí los dejan
A ellos no los tienen que cuidar.

Solo puedo jugar en mi casa
Ver a los demás pasar
Y a los machos no acercarme
Porque me pueden embarazar.

Soy una perra corriente
Fue lo que me tocó.
Sirvo para cuidar la casa
Por eso mi dueño me agarró.

Soy brava y muy enérgica
Cuando de cuidar se trata
Pero también soy comelona
Y hago enojar a las gatas.

He escuchado que mis dueños
A veces se ponen a hablar
De gente con perros caros
Que los ponen a trabajar.

Consiguen dos de raza fina
Un macho y una hembra,
Luego tienen sus cachorros
Y se los quitan sin vergüenza.

A mí se me haría muy triste
Tener a mis cachorritos
Y que no crezcan conmigo
Que me los quiten los malditos.

Pero soy perra corriente
Y no quieren perros míos.
Pues mejor para mí
Así se quedan al lado mío.

* * *

Un día desafortunado
La puerta se quedó abierta
Y me emocioné tanto
Que salí corriendo muy contenta.

Conocí nuevos lugares
Hice pipí y popó
Correteé a alguien en bicicleta
Y comí hasta lo que no.

Regresé muy feliz
Porque también hice amigos,
Pero mis dueños me pegaron
Y me amarraron como castigo.

Pasaron algunas semanas
Y mi pancita creció,
"¡Esta hija de su perra madre!"
Y mi dueño me pateó.

Tuve 3 cachorritos:
2 machitos y una hembra.
Todos están muy bonitos
Yo me siento muy contenta.

Tengo que enseñarles
A ser bien portaditos
Para que los quieran mucho
Y aquí se queden mis cachorritos.

Han pasado algunos meses
Y yo me siento muy feliz,
Ya tengo con quien jugar
Sin necesidad de salir.

Nuestro patio es muy grande
Aquí cabemos muy bien.
Aunque siento algo extraño
Parece que no me porté bien.

***

Al día siguiente nuestro dueño
A mi cachorra y a mí
Fue a llevarnos de paseo
(Sí, también me sorprendí).

Nos subió a su carro
Y nos pusimos nerviosas.
Nunca antes me había subido
Me sentía algo temerosa.

Pero le hice ver a mi cachorra
Que no había de qué preocuparse
Pues estábamos con nuestro dueño
Y comenzó a relajarse.

Pasó un buen rato
Y yo ya me quería bajar
Quería volver a la casa
Y con mis perritos jugar.

Luego todo se detuvo
Y la puerta se abrió
"¡Bájense, cabronas!"
Nuestro dueño nos gritó.

Nos quedamos quietas
No sabíamos qué hacer.
Luego intentó pegarnos
Y nos echamos a correr.

Él cerró la puerta
Y luego aceleró.
Es que somos perras
Y este destino nos tocó.

© D.A.