Alzando mi espada en vano
Un reducto de mi fe,
En la medalla de un santo
En el cual no creo,
Que cuelga de mi cuello,
Como una soga de plata,
brillando por los reflejos
De un sol invernal,
Que ya no calienta los huesos.
En plena ola de calor
El dolor es tan frio,
Que estas gotas de rocío,
Se congelan en mi piel,
Y no hay verso en un papel
Que describan mis pesares,
Ni esos sombríos lugares,
A los que acudía a llorar.
Muero lento al depertar,
La vida no es sueño,
es pesadilla.
Y en la más aciaga orilla,
De este rio contaminado,
Se ha quebrado mi pasado,
Bajo una estrella que brilla.
Imperante e imponente,
Guía mis pasos, penitente,
Por las sendas de la bruma.
Tras la ola del mar su espuma
Se adormece entre la arena.
Fluye pena por mis venas,
la condena que envenena,
Las cadenas que me atan,
Junto a una agonía que mata
Lentamente la esperanza.
Nubes en el cielo danzan,
Coreografías estivales,
Recogiendo los retales,
De este roto corazón,
Que está en descomposición,
Y lentamente se pudre,
Pues el moho del odio cubre,
Cada palmo de su ser.
Fin de guerras sin vencer,
Lamiéndome las heridas,
Desmembrado...
En la medalla de un santo
En el cual no creo,
Que cuelga de mi cuello,
Como una soga de plata,
brillando por los reflejos
De un sol invernal,
Que ya no calienta los huesos.
En plena ola de calor
El dolor es tan frio,
Que estas gotas de rocío,
Se congelan en mi piel,
Y no hay verso en un papel
Que describan mis pesares,
Ni esos sombríos lugares,
A los que acudía a llorar.
Muero lento al depertar,
La vida no es sueño,
es pesadilla.
Y en la más aciaga orilla,
De este rio contaminado,
Se ha quebrado mi pasado,
Bajo una estrella que brilla.
Imperante e imponente,
Guía mis pasos, penitente,
Por las sendas de la bruma.
Tras la ola del mar su espuma
Se adormece entre la arena.
Fluye pena por mis venas,
la condena que envenena,
Las cadenas que me atan,
Junto a una agonía que mata
Lentamente la esperanza.
Nubes en el cielo danzan,
Coreografías estivales,
Recogiendo los retales,
De este roto corazón,
Que está en descomposición,
Y lentamente se pudre,
Pues el moho del odio cubre,
Cada palmo de su ser.
Fin de guerras sin vencer,
Lamiéndome las heridas,
Desmembrado...