no entiendo por qué, mis ojos me arden como cada vez que lloro, antes lloraba pero mis ojos se la bancaban. ahora todo es tristeza, como si una entidad me visitó en el recuerdo de una noche y se llevó lo último que me quedaba. yo no puedo seguir así, haría lo que fuera para que me hablen los ojos de mi amor. capaz mi alma no echaría una lluvia torrencial que me deje inválida ni desmoronada. la nostalgia ya no es más nostalgia y esto me mata poco a poco, la melancolía me lleva al camino de los principios del vacío mayor, de la oscuridad mayor. ya no me conmueve ni mucho menos me da risa. pero de momentos escucho sus risas mientras sostengo mi cabeza con mis manos para apagar los ecos y me tortura, me da ansiedad y pánico, me duele, no puedo salir de allí. sería en vano ocultarlo, aceptarlo me llevaría a enfermarme y quedarme en mi cama por horas afligida de algo que ya no sé si ocurrió o no, si todo solo fué producto de mi imaginación. me lleva al ritmo y compás de la locura, demencia fatal que reina en los escombros de mi corazón. no puedo sentirme identificada con algo que no soy, ¿acaso las almas realmente quieren ser salvadas? nadie ni nada comprenderá el susurro de mi verano pasado, de mi felicidad pasada, ni de lo mucho que me aniquila. lo que más me frustra es el hecho de que los demás lo vean fácil cuando yo pasé por mil batallas para terminar remordiendome en mi soledad sin ayuda de un ser. es imposible ser tan insensible, pero hablarlo es hablar a la pared, no sirve absolutamente nada.
© fatilu