Frágil.
El mísero humano acechando desde la rabia y enojo, oculares rojos
Deja de sangrar la sutura, hasta que su nombre percibo melancólico
Ya dejé de tenerle miedo a las sombras, era un reflejo psicológico
Te amé tanto que ahora los cuervos no me sacan los ojos .
Sumida en la fantasía esperando el rescate del buen...