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La dama de hierro y el colibrí
En pleno juicio de la noche, trascienden dos almas en el entierro de sus frágiles deseos en el cementerio de los corazones rotos del amor imposible unidos por un desenlace anímico, fatal se apoderan de los cienes de las discordias de sus sin fines y arduos momentos de un sin fin de complicaciones que soportaron por el vasto viento que les asola en ese polvo putrefacto, amantes en su tiempo, polvo en presente olvido.
Acorralados tuvieron que morir en esa dimensión, incendiados por el fuego de la pasión, defender su amor ingenuo ante una clase burocrática.
Están deseosos de volver a unir sus fuerzas y no dejarse destruir una vez más.
Sus secuelas dejan cicatrices que hoy surcan fracturas en cada diminutivo espacio del cementerio. Mientras tanto un loco transita el lugar, durmiendo en una de sus bóvedas y al finalizar el descanso su cuerpo queda disecado, ha pagado el precio del pecado, ha quedado desnudo su cuerpo.¿qué habrá hecho de cruel no se sabe?
La tierra hace lo suyo de limpiar el aire, de conducir olores angelicales.
El colibrí abre sus alas al ensalzar la llenura de su vacío, al brotar con sus inmensas plumas celestiales en busca de su amada dama, la que un día le fue quitada. Hace miles rodadas hasta encontrarla, ahí está dispuesta a enterrar el cadáver que sido consumido por el amor del funesto fuego abrasador del más allá.
La dama de hierro con sus afilados dientes encaja sobre el cuello del colibrí hasta de volverle cada mañana,,,
continuará

Improvisado.(Factor tiempo)

@Clandestina

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