En la calma de la noche, tu imagen se cuela,
una llama intensa que en mi mente se revela.
Me encuentro triste y desesperado,
cariño, tan solo déjame ser tu amado.

Parado afuera de tu ventana,
como lo hago cada fin de semana.
Observando ese bello rostro durmiente,
cómo quisiera que fueras mía para siempre.

Jugamos al gato y al ratón cada vez que me ves,
lo que no sabes es que despiertas mayor interés.
¿Pero por qué tú, entre tantas mujeres?
Es simple, cariño, amo quién eres.

Destruiría y construiría Roma por ti en un día,
dejaría arder el mundo por ti y nadie sospecharía.
Podría bajarte las estrellas y aún así no me rendiría.

No sabes hasta dónde soy capaz de llegar,
por una mujer que no corresponde mi amar.
Mi amor secreto, mi amor obsesivo,
nunca es demasiado excesivo.

Desde la distancia te observo,
cada risa, cada suspiro que conservo,
oculto de tu presencia y tú ajena a ella,
mi bella dama, mi dulce doncella.

Eres mi musa, mi obsesión silenciosa,
una flor delicada, mi pasión peligrosa,
y aunque no sepas de mi devoción creciente,
te amo desde las sombras para siempre.

© Feather Lady