Cansado ya de todo
del amor y de la vida,
me retiro lentamente con
mi alma que se olvida.
Escapando de todo y todos
sin piedad y sin permiso,
mas de alguien no he de escapar
y ese "alguien" soy yo mismo.
Presente me tendré siempre
en las buenas y en las malas;
predominan más las malas,
mientras las buenas se retiran.
Absurdo es buscar ayuda
de alguien que no entiende
tus quejidos y dolores,
no entiendo...
¿Qué pretenden?
Aún así, un hombro necesito
para llorar todas mis penas,
mas no encuentro alguno
que me sostenga y las detenga.

-Eclude