En la quietud del alba me encontré pensando en ti, una tristeza inmensa, un eco del ayer que huí. Recordé lo que compartimos, lo que juntos construimos, pero el tiempo implacable cambió lo que éramos.

Caminé por los senderos de lo que fuimos una vez, reflejando en cada paso lo que di por ti en mi ser. Mis esfuerzos, mis promesas, como hojas al viento se llevaron, y aún así, tu adiós fue el destino que trazaron.

Me senté al borde de mis sueños rotos y desvanecidos, lágrimas silenciosas trazando surcos en mis mejillas. El amor...