Pandora
Hubo un tiempo de abundante agua clara...
que saciaba la sed de mi eterna sequía
y en cada gota el dulce sabor de la ambrosía
que en el fondo del alma sabía que no me pertenecía.
Remonté el vuelo hacia el claro azul de tu cielo...
aunque mis alas estando rotas y vendadas
se sostenían en tu cálido viento como si nada
en la magia de un delirante amanecer cada madrugada.
Surqué el mar de tu piel y...
que saciaba la sed de mi eterna sequía
y en cada gota el dulce sabor de la ambrosía
que en el fondo del alma sabía que no me pertenecía.
Remonté el vuelo hacia el claro azul de tu cielo...
aunque mis alas estando rotas y vendadas
se sostenían en tu cálido viento como si nada
en la magia de un delirante amanecer cada madrugada.
Surqué el mar de tu piel y...