En esta vida, me siento encarcelado en mi cuerpo, solamente limitado a mirar a través de dos ojos, viendo pasar el tiempo y sintiéndome aún más flojo. Estoy detrás de un cristal, al que nadie más puede ver, sin dejar de pensar en todo aquello que no hice bien.

Perdido, sin saber qué hacer en más de una ocasión, hundido, escondido en el papel guardando mi depresión. Ya no soy aquel niño que escribía por ilusión. Solo mírame, léeme; hoy soy solo una vaga composición. Hace tiempo que mis ojos ya no lloran y mi corazón no se enamora; hace tiempo que dejé de ser persona.

Camina sobre mis pasos y podrás juzgarme. Aunque es cierto, yo no he sido del todo bueno. De los fallos que he cometido: hasta he llegado a odiarme. El intenso miedo que me persiguió se tatuó en mi piel. Mis ojos observaron cosas que nunca quisieron ver. Y aún así, aquí sigo en pie.

Sé que no soy un buen compositor, eso lo entiendo. Solo soy un corazón que escupe lo que lleva dentro. Estoy un poco loco, cierto, pero en esta puta vida solo aquel que está loco está contento.

¿Quieres saber por qué penas sonrío? Peter Pan ya creció y dejó de ser un crío. Conforme creces, ves cómo los problemas crecen y te das cuenta de quién de verdad es quien te merece.

No puedo evitar sentirme mal bajo mi cuerpo. Siempre me sentí bastante diferente al resto, como si de alguna manera no fuese correcto. Estoy cargando con demasiados fallos, demasiados defectos.

Nunca me ha gustado verme solo, pero solo estoy, pensando en qué hacer mañana y olvidándome completamente del hoy. Hay veces que me pierdo tanto que olvido quién soy y a dónde voy.

Últimamente, siento que las horas que pasan ya no son tan lentas, pero prefiero quedarme sentado y pensando mientras el mundo da vueltas. Encerrado y perdido en mi cabeza, pero sin cerrar la puerta de esta, plasmando y regando todas estas ideas muertas.

© Darcko