Una batalla desde que el tiempo existe se libra
entre el reino de la luz y la oscuridad...
con cada gesto de humanidad el alma se calibra
distanciándose de lo que llamamos insensibilidad.

Esta tierra no está libre de cruenta pelea
en donde hijos de todo e hijos de sus despojos
residen en cada aparición de palabra que leas...
y aunque quieras evadirlo no puedes, simplemente cerrando los ojos.

El escenario en que ésta se desenvuelve
depende de nuestras convicciones
el karma así lo dice...al final todo se devuelve,
en justa y propia medida de tal o cuales acciones.

El cielo y el infierno en nosotros co-habitan
en amalgama en que alguno prevalece,
razón suficiente para que el bien y el mal existan
reclutando a todo aquel a cual lado pertenece.

Hijos del cielo sin duda queremos ser
sin caer en las garras del averno
pero creo...y esto es a mi parecer,
del rigor vivimos nuestro propio infierno.


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