...

4 views

Mariposas en el estómago.
Las luces blancas arrancan la poca esperanza que logro reunir y mantengo la confianza de que tú vendrás a mi.

Parpadeo pensando en tus ojos, en tu delineado tan flojo, y en tus cabellos rojos.

El mundo se detuvo en cuanto tus ojos azules me miraron, el tiempo se abstuvo y se abrieron los baúles que mantenían preso a mi amor.

Pensé que lograrías amarme, lograste anclarme a una flor marchita, logré marcharme de allí para que aunque sea vivir se me permita.

Su bisturí me abre con un preciso tajo, recurrí a lo más bajo para dejar de pensar en ti.

Mi torso cedió, y lentamente mi cerebro se fundió con todos mis pensamientos azules cómo el mar.

Porque en una madrugada pude ver cómo me odiabas, le pedí a la marejada que me llevara muy lejos de ti.

Tosí, tosí. No había nada en mi estómago. Un suceso anómalo considerando mi impecable devoción y tu latente traición.

Tosí, tosí. Vi la maldad disfrazada, tuve un atisbo de realidad anunciando su llegada.

Tosí, tosí. La vida tuvo piedad de mí, escupí tus mentiras azules.

Tosí tosí, y cadáveres de mariposas salieron de aquí.

© Zadkiel