Ya te olvide.
Hace unas cuantas decenas de horas era noche de viernes, era hora de dejar la dignidad atada y amordazada debajo de la cama, y como siempre, estaba dispuesto a tomar únicamente sustancias que alterarán mis sentidos, y por supuesto, malas decisiones.
Estaba decido a darle unos días de libertad a esa bestia negra creada por emociones contradictorias y autodestructivas, y que solo tiene como objetivo descuartizar cada una de mis neuronas con sus indestructibles garras hechas del recuerdo de tus besos, tu sonrisa, y tu traición.
Era el momento de decir que me daba igual verte o no, cuando me preguntaban si quería que estuvieras, pues la realidad es que deseaba más verte, que obtener la vida eterna.
Era el momento de buscar desesperadamente, como aquel que se droga para olvidar o para confesarce, tenerte entre en mis brazos, y desnudar mi alma ante tus ciegos ojos, oídos sordos, y tu cruel empatía.
Era el momento ideal para actuar como esos que buscan segundo a segundo vida en otros mundos, u otros mundos para vivir, ya que este está perdido, aunque eso sea solo una...