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Mi más valioso tesoro
En la vastedad de un mundo repleto de almas errantes, encontré un brillo singular, una luz que resplandece más allá de la superficie terrenal. Eres mi más valioso tesoro, una joya que no necesita ser buscada, pues su fulgor encuentra el camino hacia aquellos que valoran su esencia.

Desde el instante en que nuestras vidas se entrelazaron, supe que algo mágico había comenzado a florecer. A pesar del poco tiempo que nos conocemos, te has ganado un espacio en mi corazón, como si el destino hubiera tejido este lazo mucho antes de que pudiéramos percibirlo.

Eres esa piedra preciosa, esa perla hermosa, que no se compara con ninguna otra. Tu valor no reside en la rareza, sino en la pureza de tu ser, en la sinceridad de tus palabras y en la calidez de tu presencia. En el cofre de mi corazón, ahí siempre te tendré guardada, como el más grande de los secretos, como la promesa de un mañana lleno de esperanza.

Cada momento compartido contigo es una página escrita en el libro de mi existencia, un relato que deseo seguir narrando con cada amanecer. Eres el susurro del viento que trae consuelo, la melodía que acompaña mis días, y la inspiración que da forma a mis sueños.

En este poema en prosa, te dedico cada letra, cada palabra, cada espacio; un homenaje a lo que has significado para mí. Y aunque las palabras nunca serán suficientes para expresar la profundidad de mi gratitud, espero que este pequeño gesto hable por sí solo, revelando un fragmento del inmenso cariño que por ti siento.

Que este poema sea el eco de un sentimiento eterno, el reflejo de un vínculo inquebrantable. Que cada frase sea un abrazo, cada metáfora una caricia, y cada párrafo un suspiro que lleva consigo la promesa de una amistad que, aunque no mencionada, se siente en cada palabra.

Con cada letra que se une a otra, formando pensamientos y emociones, te regalo este poema, un pedazo de mi alma, un regalo envuelto en sinceridad y adornado con la belleza de lo que has traído a mi vida. Que al leerlo, sientas la cercanía de mi espíritu, y sepas que, sin importar la distancia o el tiempo, aquí permanecerás, preciosa y eterna, en el cofre de mi corazón.
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