En la sombra de mis sueños, me encuentro perdido,
Nada sale como quiero, un destino retorcido.
Mis sentimientos, pisoteados sin piedad,
Me enjaulan en esta triste realidad.
Soy un monstruo, así me siento, sin piedad ni calma,
Devorado por la oscuridad, una eterna maldición que me embalsama.
Quiero abrir mi alma al mundo, pero me hunden en su fosa,
Cautivo de las ilusiones rotas, preso de esta maraña espesa.
Cansado de querer a quienes solo buscan herir,
Mi soledad es testigo, cada momento a sufrir.
La falsedad se cierne, como un oscuro enigma,
Matando mis esperanzas, dejándome en abismo.
En esta triste melodía de penas y desconsuelo,
Mi corazón yace roto, sin hallar consuelo.
La depresión es mi compañera, mi sombra fiel,
En este mundo desolado, donde el dolor es mi laurel.
Me estoy desvaneciendo sobre el sofá
Recordando esa noche en la que to' fue mal
Te dije por favor, mátame ya
Lo peor es que lo deseaba de verdad
Y acabé en el baño tirado
Drogado, con cortes en el antebrazo
Ni siquiera recuerdo to' lo que pasó
Pero sí la parte que me traumatizó
Llevo años y años que arrastro dolor
Ahora una psicóloga busca solución
¿Cómo le digo que me acostumbré y que en el fondo no quiero cambiar?
En la oscuridad de mi alma, un eco sombrío,
Mi otro yo se alza, en un canto vacío.
"Muérete, Farid", me susurra con crueldad,
"El amor es un engaño, una triste realidad.
La esperanza se extingue, en un suspiro de agonía,
El dolor es el único amigo, en esta melancolía.
La amistad se desvanece, en la sombra del abismo,
Solo quedamos nosotros, en este oscuro cinismo."
Ojalá se cierre el telón de este tormento,
Que mi ser se desvanezca, en el último aliento.
Un pozo profundo de desesperación y soledad,
En esta triste realidad, mi otro yo se adueña de mi verdad.
© HAYST