¨Si la ciudad fuese un diamante… un callejón, una rutina enorme¨
Manuel Gonzáles Busto.


Si la ciudad fuese un diamante y no una consecución de fracasos absolutos, los muros y las piedras cantarían un padre nuestro y las revendedoras con sus precios irrisorios viajarían de Holguín del sur a Holguín del norte con baluartes en sus bolcillos, la noche no sería tan larga para los que se aburren ni tan cortas para los enamorados, el asfalto, tragador de caucho fundido haría magia sobre los contenes y de frio no morirían las rosas, si la ciudad fuese un diamante ya no tendría valor y un grupo llamados ¨presidium¨ repartiría lo que creen que es mejor para el pueblo, las estatuas tendrían su verdadero significado con las palabras que cargan sobre sus hombros, no se ocultaría la verdad, no habrían fracasos absolutos, si la ciudad fuese un diamante y no los restos de una antigua raza de indios,
ya tendría precio,
pero todo prometería ser mejor que ahora.


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