Desvaneciente lucidez
Una suave preparación que se consume
mucho antes del inexorable acto
que se palpa con las yemas del tacto
tras ese deleitable y embriagador perfume.
No hay que desesperar, está ceremonia,
sin apuros se debe bautizar, el deseo febril
en un impío festín podría sucumbir,
sino tomas la adecuada delicadeza
de los marcados pasos a seguir.
Tomé, como la mano de una mujer,
las lanceoladas y glutinosas hojas
que cubren las arracimadas flores
que me llevarán a la plácida no lucidez,
en los caminos bifurcados que un buen fumador
busca en noches de auto placer.
Muelo, en el mortero de los juicios ajenos,
las flores fragantes que se hilvanan en mi...
mucho antes del inexorable acto
que se palpa con las yemas del tacto
tras ese deleitable y embriagador perfume.
No hay que desesperar, está ceremonia,
sin apuros se debe bautizar, el deseo febril
en un impío festín podría sucumbir,
sino tomas la adecuada delicadeza
de los marcados pasos a seguir.
Tomé, como la mano de una mujer,
las lanceoladas y glutinosas hojas
que cubren las arracimadas flores
que me llevarán a la plácida no lucidez,
en los caminos bifurcados que un buen fumador
busca en noches de auto placer.
Muelo, en el mortero de los juicios ajenos,
las flores fragantes que se hilvanan en mi...