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Gajes de la vida.
Ha marchado por la vida,
sin temerle al éxito,
portó su llama encendida,
a sus pasiones les dejó escritos.
Lleva una página concluida,
pues ya proscribió su delito,
no ensayó ninguna despedida,
él sabe que no es un ser bendito.
Le presentó dos o tres partidas,
para el amor él fue poco erudito,
dejó sábanas y una cara florecidas,
pero también un rojo clavel marchito.
No le tuvo jamás terror al éxito,
así transcurrió su alocada vida,
siempre supo realizar sus ritos,
conociendo la puerta de salida.
Jamás le tuvo aprensión al éxito,
pero la vida ya le pasó por encima,
se le piantó una amarga lágrima,
sin lástima él lo sabe, perdió su rima,
con hosca tinta leyó desde una tarima,
jugué y perdí, son gajes de la vida.
© ®MaFerSca
sin temerle al éxito,
portó su llama encendida,
a sus pasiones les dejó escritos.
Lleva una página concluida,
pues ya proscribió su delito,
no ensayó ninguna despedida,
él sabe que no es un ser bendito.
Le presentó dos o tres partidas,
para el amor él fue poco erudito,
dejó sábanas y una cara florecidas,
pero también un rojo clavel marchito.
No le tuvo jamás terror al éxito,
así transcurrió su alocada vida,
siempre supo realizar sus ritos,
conociendo la puerta de salida.
Jamás le tuvo aprensión al éxito,
pero la vida ya le pasó por encima,
se le piantó una amarga lágrima,
sin lástima él lo sabe, perdió su rima,
con hosca tinta leyó desde una tarima,
jugué y perdí, son gajes de la vida.
© ®MaFerSca
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