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La órden cardenalicia. Parte 3. Un Jesús atípico.
La orden cardenalicia. Parte 3. Un Jesús atípico.

Pura vivía en un andrajoso rancho,
junto al ex cura Joaquín Terraja,
tenían por mascota un chancho,
y en la cama un colchón echo de paja.

La abogada Patricia les interrogó,
detalle por detalle les desmenuzó,
palabra a palabra se las grabó,
y de a poco su hipótesis ensambló.

Jesús Santiago siempre fue rapidito,
no tenía problema en robarle a los ricos,
a ellos les consideraba los anticristos,
en la villa era uno de los cuatro magníficos.

¡Ey, Marcelo!, para donde llevas el guion,
en el nuevo testamento era muy distinto.
Pablo, ¡imagina si al guion lo hace el Guasón!
Jesús sería un milico o le daría al vino tinto.
Ta, tenés razón; seguí reescribiendo la historia,
vamos a ver por donde llevas a Jesús en la trama,
veamos si de casualidad terminamos en la gloria.

Por la puerta entró un joven barbado y desprolijo,
a los jugueteos con una jovencita que sería su novia,
ella tenía la panza redondita, ¿estaba esperando un hijo?
Jesús partió un duro pan y lo volvió una hostia,
sirvió en una copa de madera un casero vino y lo bendijo,
era medio litro y se lo chupó como esponja,
recibió un regaño de la Pura, su madre.
Jesús con amor la miró y le dijo que era muy maja.
Madre, soy joven, déjame vivir el desmadre,

Si serás joven que embarazaste a María Antonieta,
si no tuviese diecinueve se te venia una tormenta.
Madre, ¿quién es esta veteranita?
está de fuerte como el agua ardiente.
Soy Patricia, abogada y tengo mucha guita,
la orden cardenalicia te tiene más que presente.

Patricia, Patricia, esa orden es flor de inmundicia,
me lo contó un ratoncillo que hurgaba en mi mente,
me dijo que estaban llenos de codicia y de malicia,
¡ese ratón me debe dinero!, pensándolo fríamente.

¡Paa, Pablo!, realmente sos un flor de chorro,
abusaste de nuestra inocencia de niños.
Marcelo, pregúntale a tus padres, ellos eran zorros,
desaparecían el diente y te daban un pesito con cariño.

Les escuché todo vuestro diálogo.
Nos comenta el Jesús Santiago.
Estoy tan harto de las desigualdades,
que a veces deseo incendiar al planeta.
¿Y si buscas para el mundo nuevas oportunidades?,
¡es hora de anunciarte como el profeta!
Le dice Patricia sentada en una banqueta.
Jesús sonrió sin hacer ningún comentario,
Jesús, estás impresentable, cambiemos tu aspecto,
vamos a darte un buen baño en el río,
te dejaremos políticamente correcto.

Como lo trajo al mundo, Jesús jugaba en el agua,
con sus manos la separaba, la hervía y le daba colores.
¡Eh, Psss, Marcelo! es grandota su piragua…
la Patricia lo ve sonrojada y calculo que con amores,
también le cambió la cara a la María Antonieta,
la está mirando como pa agarrarla de las mechas.
Pura nos cuenta que María Antonieta es atleta,
ha matado cinco jóvenes solo por tener sospechas.
¡Ay caramba!, Patricia, no intentes comer acelga.
Le grita Pérez Pablo, Patricia está muy distraída.
¡Déjate de mirarle esa gran cosa que le cuelga,
o subirás al cielo sin llevarte la bendición!
María Antonieta ahora canta una canción,
mientras camina rumbo a Patricia en rebelión.

¡Se escapó Sturla Fernando,
se escaparon los prisioneros!
Nos grita el carcelero que formaron un comando.
Y de la villa huyeron todos nuestros guerreros,
se fueron los cobardes por el río nadando.

A Patricia justo, justo la salvó la campana,
María estaba por mandarla al azulado cielo,
con una piedra le iba a dejar la cabeza plana,
no imagino con Pablo llorando ese duelo.

Es hora de que vayamos al bendito pueblo,
con voz de líder grita Jesús Santiago,
surgiendo desnudo del río que se tiñó de rojo.
Che, pero antes de lo que viene necesito un trago.
Comenta Jesús rascándose la cabeza llena de piojos.

¡Que trago ni ochocientas cuartas!
Firme le grita su padre Terraja Joaquín.
Tuviste estómago para comerte a cualquier lagarta,
si seguís así solo serás un menso borrachín.

¡Joaquín Terraja ya me tiene recontra harta!
Le pide María que respete la vieja y escrita historia.
Jesús se comió a prostitutas pero a mí me valora,
aunque la Biblia sea en eso muy contradictoria,
yo soy su mujer, lo encaucé y seré su salvadora.

Mientras Jesús no haga las de Caín,
y use sus poderes contra nosotros.
Me susurra Pérez subiéndose a un potro.
¡Qué haces Pérez Pablo,
ese animal no está domado!
¡Y ahora me lo venís a decir culo rotoooo!
El caballo con Pablo salió todo desbocado,
me parece que Pablo Pérez quedará desairado,
corcoveó ese semental a mas no poder,
el corcel se detuvo allá por el atardecer.
Pablo bajó temblando, tenía todo el culo cagado.
Pablo.
No.
Pablo pero…
No.
Marcelo, si acaso pretendes conservar mi amistad,
no pongas nada de lo sucedido en la sátira,
no te conviene tener mi enemistad,
tengo veintiséis de presión de tanta ira,
soy capaz de desatarte una cruel tempestad,
y entre los ojos te meto una bala con mi mira.

Pablo, que culpa tengo de tus arrebatos,
como te vas a subir a un potro sin preguntar,
cuando te intenté decir ya ibas a los saltos,
pensé que verías un nuevo despertar.

¿Ya resolvieron la escena de acción?
Pregunta Jesús con sus brazos en jarra.
¿Vamos a lo que es nuestra preocupación?
a Sturla Fernando no le tocaremos la guitarra.

Llegamos al pueblo, a su calle principal,
Sturla Fernando estudia la escena,
creo que acá habrá sangre y una batalla campal,
Sturla ahora está rezando una novena.

El comando cardenalicio sacó sus espadas,
Jesús tan solo alzó uno de sus dedos,
les metió en su mente su misión sagrada,
y les derrumbó uno a uno todos sus credos.

Arrodillado Fernando le besa a Jesús sus patas,
hace muecas para todititas partes.
Vomite nomás Fernando y deje de hacer caritas,
aparte de despiojarlo deberemos de ponerle perfume.
Osco y pensando en voz alta Pérez Pablo lo asume.

En nombre del creador iremos por los tesoros,
marcharemos a Roma a erradicar a los tiranos,
a continuación derretiremos todo su oro,
no dejaremos ni una pared en pie del Vaticano.
Comenta Jesús con voz ronca y orando.

Se sentirán muy orgullosos tus padres,
cuando compartas la riqueza con los pobres,
imagino que regalarás todo ese oro,
en el cielo sonarán clarinetes y el celestial coro.

Marcelo, hace milenios morí en la cruz rabioso,
creo que tengo planeada otra cosa en mi mente,
me voy a hacer bien pero bien el regordete oso,
porque ya me harté de vivir como un indigente.

¡Ah, bue! ya sé que hace rato nos ex comulgaron,
pero con esta sátira derrapamos con el jurado.
Ratoncillo inocente, nosotros aún tomamos biberón,
Pérez Pablo, tantos políticos ya les han afanado,
que el pueblo está entregado y hasta domado,
que los afane yo, el hijo del creador,
creo que es justo y demasiado sagrado,
tranquilos, ya vendrán tiempos de esplendor,
conmigo no se sentirán abandonados,
de vez en cuando yo les daré algún bocado,
así se sentirán al menos un poquito mimados.
¿Acaso lo que describo no pasa cuando votan?
ahora bánquensela, acá no habrá elecciones,
les sugiero que no me rompan las pelotas,
y dejen de hacerme a diario estúpidas oraciones.

*desbocado: caballo que desconoce el freno y se echa a galopar alocadamente.

© ®MaFerSca