Pequeño dios
Juega el niño en las alturas, de sus cuartos metafísicos,
A arrancar las patas del deseo, a sus hormigas humanas,
Quemando con su lupa, a rebeldes y a los cínicos,
Y desollando los vientres, de relaciones malsanas.
Mira el niño sus juguetes, dotados de corazones,
Y con celo omnipotente, los sentencia a la condena,
De angustias interminables...
A arrancar las patas del deseo, a sus hormigas humanas,
Quemando con su lupa, a rebeldes y a los cínicos,
Y desollando los vientres, de relaciones malsanas.
Mira el niño sus juguetes, dotados de corazones,
Y con celo omnipotente, los sentencia a la condena,
De angustias interminables...