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Rescate.
Y el universo entero tambaleó.
La tierra se abrió en dos.
El tiempo de mi único reloj se congeló
el día que escuché, lejos de mí,
aquella voz
con eminente temblor,
llena de angustia y temor,
sin ninguna protección:
"¡Mamá, tengo miedo!"
Y mi alma preguntó:
"¿Si mi hijo tiene miedo,
entonces qué siento yo?"
Mientras mi rostro palidecía,
mis piernas, con el circular vital entumecido,
el corazón de mi pecho casi había salido
como si quisiera llegar
primero que mi andar.
Mi mente todo ensombreció
y una catástrofe declaró,
pero mamá sus alas abrió
y al rescate, como ángel, asistió.
A su niño rescató
y muy lejos lo apartó,
mientras le cubría con besos de caramelos
y lo abrazaba como seda en la mañana,
para que su niño pronto todo mal
de su cabecita rápido olvidara...
«Porque esa es mamá,
un ángel de verdad».
© F4our.
La tierra se abrió en dos.
El tiempo de mi único reloj se congeló
el día que escuché, lejos de mí,
aquella voz
con eminente temblor,
llena de angustia y temor,
sin ninguna protección:
"¡Mamá, tengo miedo!"
Y mi alma preguntó:
"¿Si mi hijo tiene miedo,
entonces qué siento yo?"
Mientras mi rostro palidecía,
mis piernas, con el circular vital entumecido,
el corazón de mi pecho casi había salido
como si quisiera llegar
primero que mi andar.
Mi mente todo ensombreció
y una catástrofe declaró,
pero mamá sus alas abrió
y al rescate, como ángel, asistió.
A su niño rescató
y muy lejos lo apartó,
mientras le cubría con besos de caramelos
y lo abrazaba como seda en la mañana,
para que su niño pronto todo mal
de su cabecita rápido olvidara...
«Porque esa es mamá,
un ángel de verdad».
© F4our.
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