Me reciclaste y te fuiste.
Te marchaste y volviste.
Me encontraste en el mismo basural
donde me dejaste
y volviste a darme uso.
Y yo, cómo una botella de licor
sin nunca terminar de ser bebida,
paciente.
Me dejé terminar de beber,
de utilizar.

Y no pienso realmente
sea tu culpa,
sino mia.
Porque, efectivamente,
Yo aún esperaba por ti
y me quedé en el lugar de siempre.
Para que si algún día decidías volver,
pudieras encontrarme.
Al estilo Juan Gabriel.

Y ni siquiera siento tristeza.
Me siento gris.
No siento nada.
Cómo si durante la espera
hubiera guardado una pizca de brillo
que tú, quizás a sabiendas,
te llevaste cuando 'volviste a volver'
y te volviste a ir.

Pero no pretendo guardarte malos sentimientos.
Porque creo que te amo.
Pero ya no 'vuelvas a volver'.
Porque ya no me queda licor
en la botella.
Aquel que tanto te gustó,
cómo para volver a probarlo
y no dejar para nadie más.


© Ricardo Lemus P.
3 de Agosto de 2021