...

10 views

Carrusel
Apasionada doncella
de las palabras sagradas;
portas la llave de mi alma
entre blanquecinas láminas.

Con la inocencia de infante
te entrego mi corazón;
como el resto de los poetas
que tu historia galardona.

Por tus versos y las prosas;
por los textos que enamoran;
por el sufrimiento mudo
que tu belleza conforta.

Y cuando el inmenso cielo
de color añil se exhiba,
mis manos se mojarán
en la tinta que te baña.

Y el mundo no parará
de girar en su rutina,
como eterno carrusel
que atemporal se mantiene.

Su viraje frenará
cuando las palabras mueran,
y cuando sea la incultura
un gran motivo de alarde.


© Silvano Dixon