Me absorbe la oscuridad;
sorbos de agresividad;
densidad vibracional;
inestabilidad emocional;
fidelidad a mi verdad.
¡Que la trinidad imparta equidad!
Oportunidad para
encontrar mi identidad en
esta tormenta sin freno,
vivir en un simulacro,
simulando estar contento;
atentando con granadas
a todo lo que implique sufrimiento.
Enfriamiento de sentimientos,
estoy a centímetros de rozar el infierno,
durmiendo en el averno de este invierno,
vertiendo la lava de mi odio que
expone la sensibilidad del hielo,
derritiendo los fragmentos,
mascando las amalgamas de mis sueños,
desintegrando esas puas
que apuntaban mi cuello.

Pensando en aniquilar a
los demonios de mi cuaderno,
quebrantan las voces,
ellas danzan en este entierro,
sobre tierra húmeda del
sudor de mis batallas,
evitando lo vital que
vive en este cuerpo prestado,
alquilando sentimientos para sentir
mínimamente algo.
El grafito de este lápiz
se ha tornado invisible,
el animal que está enjaulado
pretende sobre textos ser libre,
insectos vuelan en la pudrición
de este cuerpo indivisible,
serán visibles las heridas
que aún mutilo impasible,
no desprenderme del aroma
de un pasado irreversible,
sostendré con argumentos
el porqué todavía no lo hice,
me volveré a mentir para
seguir exprimiendo en arte
este dolor horrible.

Insostenibles aflicciones,
previsible destrucción,
interrupción de la memoria,
ruinas de mi corazón,
bajo escombros asfixiantes,
ingiriendo laxantes por toda
la mierda que me afecto.
Podría decir...
¡Hay que seguir de hecho!
No mirar para atrás, ya que
ya...