El género de la tristeza
La tristeza me brota por los poros,
no la puedo controlar ni disimular,
ella recorre todos los rincones de mi cuerpo,
me reviste la piel con una fina capa,
mi carne se convierte en una húmeda superficie.
La tristeza me dota de un melancólico brillo,
se apodera de mi expresión,
se convierte en mi rostro.
Las lágrimas se vuelven mi sudor,
mi aroma es el del dolor.
Cuando la tristeza se apodera de mí
ya no hay tal cosa como libertad.
Me controla cada latido,
cada gesto y cada sensación.
Me obliga a actuar en contra de mi voluntad.
La tristeza es cruel, no escucha,
me...
no la puedo controlar ni disimular,
ella recorre todos los rincones de mi cuerpo,
me reviste la piel con una fina capa,
mi carne se convierte en una húmeda superficie.
La tristeza me dota de un melancólico brillo,
se apodera de mi expresión,
se convierte en mi rostro.
Las lágrimas se vuelven mi sudor,
mi aroma es el del dolor.
Cuando la tristeza se apodera de mí
ya no hay tal cosa como libertad.
Me controla cada latido,
cada gesto y cada sensación.
Me obliga a actuar en contra de mi voluntad.
La tristeza es cruel, no escucha,
me...