En estos últimos días me he sentido muy vacía, supongo que es por mi transformación.
Aquel gato negro que me visitó era tan hegemónico, realmente lindo, muy misterioso, le quería llamar Allen y, a decir verdad; me encariñé con él un poco.
Pero también he conocido al mismo chico que me ha convertido en bestia, no me sé su nombre, sin embargo; gracias a él, no paro de estar insaciable, el hambre me consume y la sed me mantiene alerta, a decir verdad, me sorprende enormemente que aún duerma.
El sol dejó de ser mi aliado y ahora me lastima, no puedo ver el reflejo de la luz con ojos mortales, preferiblemente, me siento atraída por la luz de la luna.
No me considero un hombre lobo u hombre-animal, eso absurdamente; sería peor.

Solo sé que por aquella sombra en la que paseaba, en aquellos arbustos escondidos, me acechaba una criatura peculiar, que jugaba a ser mi guardaespaldas; me cambió el rumbo de mi vida, no sé si mi misión seguirá siendo la misma.

Soy un ser que se alimenta de lo creado con la finalidad de experimentar, aún no vuelo pero la sensibilidad de mis sentidos me persigue, el proceso es lento y se concentra poco a poco.

Madre, ya dime quién soy.

From: Transilvania.



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