Mi fuego, su fatalidad
Yo aclamaba su voz,
era como mi respiración,
tan vital para este mortal
que no para de invocarla...
Cada día, cada noche
en la habitación de mi mente
ella siempre estaba,
palpando con sus labios...
era como mi respiración,
tan vital para este mortal
que no para de invocarla...
Cada día, cada noche
en la habitación de mi mente
ella siempre estaba,
palpando con sus labios...