En la mañana es máquina
En la tarde es engranaje
Al anochecer es águila
Y en la noche no es nadie
No es justa ni cálida
La vida del proletariado agradable
Pero es digna y álgida
La vida del revolucionario incansable
Cruz de hoz y martillo gana
Sobre moneda y hambre
Que vuelve persona la carne humana
Y hace el trabajo digno y dignificante.
Tu te levantas
Y vendes a pocos, por poco, tu carente aire
Y así comprarás ventanas
Para respirar lo que algunos dicen ganaste.

La vida no es privilegio de oro ni plata
La dignidad no es producto ni lo es el arte
La comida no nace de lo que ganas
Sino de lo que te esforzaste
Proletario, alza tus armas
Une en un himno a obreros de todas partes
Y acaba con quienes te acaban
Lucha por tu vida y sigue adelante.


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