ADEU
En este mundo inhumano, he sido capaz de meditar hasta llegar a tal conclusión de que una bestia se me ha sido otorgada, no espero que entiendas lo que trato de expresar, querida hija, es algo que es difícil de comprender, hasta para mí mismo, me he tomado la molestia de aquel escenario catastrófico, uno que me resultó tan perturbable y, ahora; no logro conciliar el sueño, se me ha concedido el infortunio de ser el monstruo nocturno, de esos típicos cuentos que te narraba, antes de un delicado beso de buenas noches.
Eliza, espero que sigas cuidando a la reina de mis deseos, a la mujer de mis fantasias, a la dama que me produce un mar de emociones, he luchado continuas veces, pero más ahora, me temo que no puedo seguir así. Dañar no es algo que requiero para que mi mente esté en alerta, es una cosilla que detesto, más si de crear se tratase, en estos momentos, hace un par de minutos quise al menos mirar para conocerme mejor, ¡qué iluso soy! si he dejado de ser cuerpo mortal, lo único que comparto con los demás, es mi alma misionera.
Hija mía, puedes estar confundida y yo asustado, pero no hay nada de qué temer, es solo un suceso temporal, algo que a lo mejor no siempre será, apesar de la lujuria del líquido escarlata, apesar de mi avidez por las carnes frescas mientras tomo un poco de vino, apesar de mi insomnio hasta que mi yo se convierta en un espécimen promiscuo, apesar de mi preponderancia misteriosa, siempre las llevaré en mi corazón, aunque ya es incapaz de latir, aunque mi cuerpo ya deje de respirar, mi alma les siente, es y será.
En estos momentos, me encuentro en un agraciado y lejano lugar, uno en el que no me siento tan perdido y podré conocerme más a mí mismo, luego; volveré a conectarme con las dueñas de mi ser.
Hasta entonces, colmillitos.
Con amor,
Gregory.
© Ariazz
Eliza, espero que sigas cuidando a la reina de mis deseos, a la mujer de mis fantasias, a la dama que me produce un mar de emociones, he luchado continuas veces, pero más ahora, me temo que no puedo seguir así. Dañar no es algo que requiero para que mi mente esté en alerta, es una cosilla que detesto, más si de crear se tratase, en estos momentos, hace un par de minutos quise al menos mirar para conocerme mejor, ¡qué iluso soy! si he dejado de ser cuerpo mortal, lo único que comparto con los demás, es mi alma misionera.
Hija mía, puedes estar confundida y yo asustado, pero no hay nada de qué temer, es solo un suceso temporal, algo que a lo mejor no siempre será, apesar de la lujuria del líquido escarlata, apesar de mi avidez por las carnes frescas mientras tomo un poco de vino, apesar de mi insomnio hasta que mi yo se convierta en un espécimen promiscuo, apesar de mi preponderancia misteriosa, siempre las llevaré en mi corazón, aunque ya es incapaz de latir, aunque mi cuerpo ya deje de respirar, mi alma les siente, es y será.
En estos momentos, me encuentro en un agraciado y lejano lugar, uno en el que no me siento tan perdido y podré conocerme más a mí mismo, luego; volveré a conectarme con las dueñas de mi ser.
Hasta entonces, colmillitos.
Con amor,
Gregory.
© Ariazz