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Desde una esquina en la ciudad
Circula la gente,
pasan a mi alrededor
como un cúmulo
de estrés palpitando.
Caminan rápido
y saben a dónde van.
Calles llenas,
y ahí estoy
en una esquina.
Mis pies clavados
a las baldosas,
como lluvia que cae
por accidente.
En un mundo,
que está al ras
del tiempo,
con los minutos
por encima.
Con el frío sobre mi piel
y nada en la mano,
el frente parece grande.
En el camino no hay rastros
de vida que acompañen
la soledad que escribe
otro lugar sin personajes,
un mensaje casi acabado,
la historia de nadie
con el índice en blanco.
Hay un recuerdo viejo
sorbiendo mis pensamientos,
esa copa de vidrio
rebalsada de fragmentos
añosos que tiritan.
Estoy en medio de la nada,
en una ciudad que mucho habla.
Hay un hilo de rojo vivo
que se pone en mi cuello
y reposa en mi voz afónica.
Herida arraigada
a mi sangre contenida,
pasado que me despoja
de sentido y dirección.
Palabras que no cuentan,
habitan en este papel
y viajan conmigo
por esta ciudad
que arde
como una vela
en los veranos,
que gotea
su cera
en los inviernos.
¿Qué hace la crueldad
cuando no queda nada,
ni los escombros
del alma?
© All Rights Reserved
pasan a mi alrededor
como un cúmulo
de estrés palpitando.
Caminan rápido
y saben a dónde van.
Calles llenas,
y ahí estoy
en una esquina.
Mis pies clavados
a las baldosas,
como lluvia que cae
por accidente.
En un mundo,
que está al ras
del tiempo,
con los minutos
por encima.
Con el frío sobre mi piel
y nada en la mano,
el frente parece grande.
En el camino no hay rastros
de vida que acompañen
la soledad que escribe
otro lugar sin personajes,
un mensaje casi acabado,
la historia de nadie
con el índice en blanco.
Hay un recuerdo viejo
sorbiendo mis pensamientos,
esa copa de vidrio
rebalsada de fragmentos
añosos que tiritan.
Estoy en medio de la nada,
en una ciudad que mucho habla.
Hay un hilo de rojo vivo
que se pone en mi cuello
y reposa en mi voz afónica.
Herida arraigada
a mi sangre contenida,
pasado que me despoja
de sentido y dirección.
Palabras que no cuentan,
habitan en este papel
y viajan conmigo
por esta ciudad
que arde
como una vela
en los veranos,
que gotea
su cera
en los inviernos.
¿Qué hace la crueldad
cuando no queda nada,
ni los escombros
del alma?
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