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Mi rincón que cura el alma
Tengo un rincón de pintura,
donde tengo el atril
y miles de cuadros sin terminar.
Los acrílicos ya no están secos,
ya no duele el alma
cuando agarro el pincel y comienzo a pintar.
Tengo un rincón de pintura,
al que voy cuando necesito que mi alma deje de doler,
al que voy cuando quiero sentirte cerca,
al que voy cuando quiero sanar un poco el corazón.
Y es que pintar me recuerda tanto a vos,
a esas tardes que te acompañaba a tu curso de pintura,
a esas tardes que me la pasaba viéndote pintar.
Ya no duele, ahora sana.
Tengo un rincón de pintura,
te habría gustado,
podríamos haberlo compartido en algún momento,
si estuvieses acá.
Me habría gustado
compartir esta pasión con vos.
Pintar cuadros juntas,
ayudarnos y estar para la otra.
Este rincón me ayuda un poco
a dejar de extrañarte tanto
porque mientras pinto dejo el dolor a un lado,
y los recuerdos bonitos predominan.
© kay
donde tengo el atril
y miles de cuadros sin terminar.
Los acrílicos ya no están secos,
ya no duele el alma
cuando agarro el pincel y comienzo a pintar.
Tengo un rincón de pintura,
al que voy cuando necesito que mi alma deje de doler,
al que voy cuando quiero sentirte cerca,
al que voy cuando quiero sanar un poco el corazón.
Y es que pintar me recuerda tanto a vos,
a esas tardes que te acompañaba a tu curso de pintura,
a esas tardes que me la pasaba viéndote pintar.
Ya no duele, ahora sana.
Tengo un rincón de pintura,
te habría gustado,
podríamos haberlo compartido en algún momento,
si estuvieses acá.
Me habría gustado
compartir esta pasión con vos.
Pintar cuadros juntas,
ayudarnos y estar para la otra.
Este rincón me ayuda un poco
a dejar de extrañarte tanto
porque mientras pinto dejo el dolor a un lado,
y los recuerdos bonitos predominan.
© kay
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