Celebra tus logros,
pero no te olvides de aprender de
tus fracasos.

En la travesía de la vida, celebra cada victoria,
mas no dejes de lado las lecciones de la derrota.
Cada logro, una luz que ilumina tu sendero,
cada fracaso, un maestro que te enseña el tesoro.

No temas tropezar, pues en cada caída
se esconde la semilla de una nueva salida.
Aprende de tus errores, crece con humildad,
y en cada desafío, halla oportunidad.

La vida es un constante fluir de experiencias,
donde cada prueba nos fortalece las conciencias.
Así, celebra tus éxitos con alegría sincera,
y de tus fallos, extrae sabiduría verdadera.

En el baile de la existencia, brinda por el progreso,
donde la celebración se une al aprendizaje honesto.

© Lovely Writer