RECORDAR LO QUE FUIMOS
Al caminar, la arena mojada consume mis pies y el sol me acompaña cuando estoy varado. Termino cercenado hasta el anochecer… sintiendo el aire gélido en cada parte de mi cuerpo. Pongo un cojín y me recuesto para contemplar las innumerables estrellas que brillan en el cielo, mientras brotan de mi mente millones de preguntas que no tienen respuesta alguna. Se alinean los destellos y se forma una secuencia… estamos paseando de la mano en aquel parque que solíamos visitar...