Quebracho quebrantable.
El viento fue cómplice de mis deseos muertos
No habrá un nosotros si la cascada nunca cesó
Me creía un roble firme pero en realidad se rompió
Mis lágrimas siguen cayendo y la lluvia jamás empezó.
Te cedí un lugar en mi allanado corazón vacío
Las palabras un hastío qué en mi pecho hicieron ruido
y desbordaba mi sonrisa...
No habrá un nosotros si la cascada nunca cesó
Me creía un roble firme pero en realidad se rompió
Mis lágrimas siguen cayendo y la lluvia jamás empezó.
Te cedí un lugar en mi allanado corazón vacío
Las palabras un hastío qué en mi pecho hicieron ruido
y desbordaba mi sonrisa...