yo no te pido una tregua,
ni voy hacia ti izando una bandera blanca,
tan solo voy reparando las grietas de esos puentes dónde cruzabas,
apuntalados y en ruinas,
mientras recojo una a una mis culpas esparcidas,
esquirlas que dañaron lo que eres,
y me dejaron frente al espejo un yo borroso,
un tipo raro, desconocido,
que va girando a cada hora el reloj de arena....