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El niño que quiso ser libre
Un niño atrapado en el infierno de su propia belleza, sin consuelo, solo la sombra lo abraza y lo encierra en un cautiverio de manos perversas.
Sus caricias son solo heridas que le hacen sentirse perdido, sus ganas de correr se han vuelto sueños que en las noches lo mantienen despierto.
Se mira en el espejo y solo ve el castigo que debe pagar por ser tan bello y tan deseado por quien no sabe amar, sino solo hacer sufrir.
Sus manos buscan la libertad pero solo encuentran la crueldad de una hoja afilada que le hiere el rostro para borrar las marcas de los besos odiosos.
En cada gota de sangre que cae, su alma busca una salida que no halla, quiere dejar de ser el juguete de quien lo usa y lo desecha sin piedad ni razón.
Es solo un niño que lucha contra la sombra de cada una de esas caricias que lo asfixian, en una de esas noches, lleno de rabia, decide poner fin a su vida y a su agonía.
© All Rights Reserved
Sus caricias son solo heridas que le hacen sentirse perdido, sus ganas de correr se han vuelto sueños que en las noches lo mantienen despierto.
Se mira en el espejo y solo ve el castigo que debe pagar por ser tan bello y tan deseado por quien no sabe amar, sino solo hacer sufrir.
Sus manos buscan la libertad pero solo encuentran la crueldad de una hoja afilada que le hiere el rostro para borrar las marcas de los besos odiosos.
En cada gota de sangre que cae, su alma busca una salida que no halla, quiere dejar de ser el juguete de quien lo usa y lo desecha sin piedad ni razón.
Es solo un niño que lucha contra la sombra de cada una de esas caricias que lo asfixian, en una de esas noches, lleno de rabia, decide poner fin a su vida y a su agonía.
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