Si cada letra que te dedico
acortara en un kilómetro
la distancia que de ti me separa,
bastaría una noche en vela para
llegar a tus brazos en un brinco.

Me inspiras, sí... ¡Y no lo sabes!
Basta con que escribas...
¡No hace falta que hables!
Para que mi mente vierta
extensas diatribas
sobre cómo hacerte idilios
sin idealizarte.

Musas, musa ilusa,
¿acaso conoces una fatua excusa
para no inspirar en mí
mil ideas difusas
que abriguen mi alma
en noches sin luna?

No niegues tu magia
a este instrumento vivo;
una sonrisa basta;
es un desafío
para planear con bríos
plasmar letras castas,
que retrasen el sufrimiento
que tu distancia causa.

@EstebanGiron
© All Rights Reserved