...

9 views

Vine con la tormenta
Mujer, a veces pienso que me lees. Mis letras, sombras cargadas de lo no dicho, alcanzan tu ser con el deseo que arde en mí. Quiero dibujar con mis dedos sobre tu piel y regalarte mil poesías más.

Te hablé de la tormenta, quizás no entendiste. Venía cargada de un amor intenso, genuino, sincero...

Mujer, a veces imagino que me lees en secreto. Pero no te detengas en mis palabras, son apenas sombras. Fíjate en mis ojos cuando se cruzaban con los tuyos; en esa mirada te decía que te conocía desde antes, de un tiempo donde no habitaba este cuerpo.

Mujer, dame una señal, una mínima señal, para saber que aunque nuestros caminos se separen, guardarás esa noche de besos y caricias, de miradas cómplices y risas. Donde ese amor fue genuino, ingenuo, tierno. Tal vez tu alma me pedía a gritos no solo un instante erótico, sino un refugio para reconectar con tu niñez, donde te sintieras protegida, amada, valorada.

Donde tu alma repose un instante, donde mis besos te recuerden tiempos felices y mis caricias sanen la herida que arrebató tu inocencia.

quise conectar con tu erotismo
pero se me hacia más urgente reavivar la ternura.

© All Rights Reserved