Aquí sentada en compañía,
con mi hermosa hermana mía
las dos con la poesía
y pluma en mano
escribimos un soneto,
un par de canciones,
unas charlas e ilusiones
y un brindis por el momento,
con cada dicho ya resuelto.
Ya es hora de volar,
nuestra imaginación suelta está,
vamos al compás,
corriendo sin parar,
unas risas por acá,
de fondo un piano,
mi amiga cantando
y yo con los pies volando,
no hay mejor recuerdo,
que dos sonrisas con el viento.
Una tarde de ensueño,
una tarde de cuento,
las dos sonriendo,
por un maravilloso encuentro,
juntas disfrutando con una guitarra,
y acordes por descubrir,
es nuestra tarde de alegrías sin fin.

© lubrox

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