Golpecitos le daban las rosas a tu ventana,
tú las observabas con el alma enamorada,
tu blanca sonrisa hacía sonar las campanas,
mientras la luna te cuidaba tan apasionada.

Las sábanas blancas te besaban tu tersa piel,
y tú quedabas colmada de sueños al amanecer,
tu almohada olía siempre a purísima miel,
era más que un hechizo ver tu cuidado vergel.

¿Quién será quien acelera tu joven corazón?
quién será quien llene de flores tu balcón?
¿quién te compuso esa armónica canción?
¿quién escribe en tus cuadernos y es tu adicción?

Tú para mí eres mi reverenciada princesa,
tú eres para mí lucecita y también mi solcito,
soy tu papá y a veces me da gran tristeza,
que rompan tu tierno corazón en mil pedacitos.


© ®MaFerSca