Anhelos descartados
volcados en el suelo,
junto al sostén, un zapato,
y un sueño por despertar,
pisadas que se alejan,
cargándose el porvenir
y el cinismo del cantante,
que la desgarra en sus letras,
cuando el alcohol y el cigarro
no la ayudan a dormir.
Las horas se maquillan
como putas desesperadas,
tratan de hallar la salida
de su castrada realidad,
ahogándose en la miseria
de sentimientos verdugos,
que la sofocan ¿aún viviendo?
-o la matan de ansiedad-
Sigue escondida del mundo,
aferrando las solapas
de su abrigo de mentiras,
camuflando su carencias
entre desabridos versos
y sexo sin inspiración,
acomodada a jugar
una partida infinita,
sin jaque, sin reina,
solo un bufón cobarde
que le miente a su verdad.
Las letras vienen, complacen,
le dejan saciada el alma
cual visita conyugal
y el chute de sus endorfinas
hace flotar su soledad,
quiebra muros, abre rejas,
rompe el dique de un tirón
y escribe, se libera, se salva
en orgásmica libertad
...luego, vuelve hosca a su prisión.

© yisetclavel