...

6 views

Injusto juez
En el vaivén de tus agujas, reloj implacable,
de lento a veloz, en un ritmo insondable.
Tu existencia reducida a nuestra invención,
busco en vano la razón en tu transición.

Mil momentos de aflicción y de apuro,
días oscuros, de dolor puro.
Tan liviano en el amor que profesamos,
y tan pesado en momentos que malgastamos.
A veces cruel, tirano en su danza,
el tiempo se convierte en rival, en balanza.

Sus abrazos se vuelven efímeros,
mientras los días se alargan en desespero.
Manifestado en números, pero superior,
el tiempo dicta un curso sin amor.
Ojalá pudiera cambiar lo ya asentado,
pero el tic tac persiste, sin ser domado.

El tiempo, un juez injusto e ineludible,
decide quién se va antes, cruel e inexorable.
Lo más valioso, lo más fugaz,
el tiempo escapa, nos deja atrás.
Fluye como el viento, sin comprender,
el tiempo es un engaño, un falso poder.

Mañanas eternas, décadas fugaces,
¿cómo entender la paradoja de los días?
Recuerdos de infancia más vívidos que nunca,
mientras la niñez se desvanece, trunca.
El tiempo malgastado sin percibir su valor,
hasta que el dolor nos invade, sin amor.

A veces avaro, robando a almas jóvenes,
que pronto ven llegar su destino, impotentes.
A veces dadivoso, dando años a corazones longevos,
que ven nacer a sus nietos, llenos de nuevos sueños.
Tu paso nos da fuerza, nos hace evolucionar,
tu peso innegable, envejecemos al caminar.

Las manecillas latiguean mi espalda,
días cortos, noches largas, una carga.
Joyas y cargas, regalos y desafíos,
tiempo, me emocionas y me haces sufrir.
Llegará mi hora, y pensaré en lo fugaz,
pero viviré mi presente, con lo que me das.

El tiempo, un juez que decide sin piedad,
lo más valioso que no podemos retener.
Fluye, escapa, mentira que nos hace padecer,
el tiempo, un engaño, un falso poder.
© Darcko