El frio del invierno llega
y con el todos los problemas
que fueron evitados inconscientemente.
Aquellos que se aman tan profundamente
pelean por razones incoherentes.
Lloran, gritan y se desahogan
para que luego la habitación sea
llenada solo con silenció.
Aún en tal profundo silencio
se escuchan sus llantos,
que suplican una nueva oportunidad.
Saben que se aman tan profundamente
pero parece ser que jamás están
dispuestos a perder, a redimirse
y luego correr a los brazos de quién
está en frente.
En su silencio
dicen todo lo que jamás pudieron,
gritan tan profundamente un te quiero
y luego se callan para continuar.
Mañana no recordarán lo sucedido
y en los brazos del otro buscarán consuelo.
Y en el invierno se quedará
todo aquello que jamás querrá ser recordado.



© ¿Dal?