Jardín de mi bisabuela
Que he aprendido a respetar
No a las buenas, sí a las malas
Por tus hojas arrancar:

Hoy me lleno de nostalgia
Al ponerme a recordar
Lo bien que se sentía
Tus caminos explorar.

Comer frutas de los árboles
Y sorprender mariposas
Posando sus patas cansadas
En las ramas o en las rosas.

Mirar las flores abrirse
Con sus diversos colores
Y que me hagan sonreír
Por sus cautivantes olores.

Suaves pétalos de flor
De todas formas y tamaños.
¡Tengo ganas de arrancarlos!
Pero me pegarían en las manos.

Y mi bisabuela en su silla
Y con razón, cuidando
De su pequeño jardín
Que su esmero le ha costado.

Y me cuenta unas historias
Y reímos y paseamos.
Nos hacemos compañía
Y vaya que lo disfrutamos.

© D.A.