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Poesía polar.
Esperando recibir el futuro, acarician el mundo, mis mejillas entumecidas y cordialmente frías.
La enredadera trenzada en tu cabello y nos fumamos los pétalos del invierno en un suave papel rosado.
Un lindo suéter tejido a mano que abriga mi pecho encendido; copos de nieve que acompañan mi silueta;
Unos aretes cristalizados con naturaleza, cómo gotas de lluvia clarificada.
Hay paciencia en mis actos y elegancia para recrearlos. La mirada tiene magia pura, y se interpreta en su altivez.
Me gusta disfrutar una fina poesía al natural, reescribir mis pasos en las cortezas de los pinos perfumados con la nieve, y columpiarme en sus ramas fuertes, como el amor que llega y es esperado todos los días.
Y desde ahora anticipo una aurora austral... muy comúnmente vistas en el polo sur del corazón.
La enredadera trenzada en tu cabello y nos fumamos los pétalos del invierno en un suave papel rosado.
Un lindo suéter tejido a mano que abriga mi pecho encendido; copos de nieve que acompañan mi silueta;
Unos aretes cristalizados con naturaleza, cómo gotas de lluvia clarificada.
Hay paciencia en mis actos y elegancia para recrearlos. La mirada tiene magia pura, y se interpreta en su altivez.
Me gusta disfrutar una fina poesía al natural, reescribir mis pasos en las cortezas de los pinos perfumados con la nieve, y columpiarme en sus ramas fuertes, como el amor que llega y es esperado todos los días.
Y desde ahora anticipo una aurora austral... muy comúnmente vistas en el polo sur del corazón.
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