¿Qué tendrán tus ojos?
¿ Qué tendrán tus besos?
¿Qué tendrá tu risa?
¿Qué tendrá tu aliento?
La respuesta a mis preguntas se resuelve en estos versos:
Lo primero son destellos,
galaxias incandescentes
que me llevan al cielo
tan solo con mirarme.
Lo segundo son mi droga,
dopamina y mi sociego,
se doblan mis rodillas,
pues ellos controlan mi cuerpo.
Lo que siguen son caricias,
un tenue sonido que me adormece
me entorpece en mis desvaríos
de estar totalmente enamorado de lo que eres.
Y por último tu aire,
el resuello con que lleno mis pulmones
alboradas y ocasos se convierten en canciones al sentir tu tibio aliento
respirando aquí en mi cuello, el calor de tus manos que me quema entero el cuerpo.
Tu temperatura me derrite como si fuera de plástico, me manejas a tu antojo y lo tonto es que lo permito, y lo repito:
Amo amarte , aunque contigo no sea lo mismo, pues tan solo soy tu amigo.
© Manuel Andrés Pérez