Regocijan los ángeles cuando me doy por vencida ante Dios
Plegarias qué dejan atrás el mundo que jamás existió
Hoy cantan solas mis cuerdas vocales tratando de hallar el perdón
Y en mi última cena; ni el pan, ni el vino, me podrán a rendición.


Me he perdido en esta cuidad tratando de buscar consuelo
Los días han pasado y el espacio-tiempo me concedió un deseo
Quisiera haber sido la única con esperanza libre en tu sendero
Me destierro de ti el día que me grites qué no me marche desde lejos.


Desparramo últimas lágrimas secas a tal selva con desecación
El reino de los inocentes se extinguió por verdades con pasión,
pero los súbditos prevalecieron aunque desangre su corazón
y en el desenlace de las supernovas jamás hubo dicha explosión.


Este no ha sido el instante más grato para despedirnos con fervor
Te tendré presente en cada verso lírico de mi composición
Y donde las almas danzan al compás de hostiles grises en Albión
Descansaré como descansó Dios en su séptimo día de creación.











© Azhex